El eclipse solar total es un espectáculo cósmico que bien vale la pena verlo.

3 de abril de 2024

Estimado(a)s colegas y amigo(a),

El tema obligado esta semana es por supuesto el eclipse solar que ocurrirá el próximo lunes 8 de abril. Y precisamente sobre este asunto, una estimada colega nos comparte el presente artículo escrito por Robert Knobel y Kristine Spekkens, publicado el 5 de abril de 2024 en la revista The Conversation y traducido por nosotros para este espacio. Veamos que nos comentan al respecto…

La fiebre del eclipse se ha apoderado de América del Norte, donde muchas personas hablan, se preocupan y hasta se obsesionan con el eclipse solar total del 8 de abril.

El eclipse en sí es hermoso y conmovedor, y es una oportunidad increíble para entusiasmar e involucrar a la comunidad en los avances científicos que los eclipses nos han traído y todos los descubrimientos potenciales que podríamos ver en el futuro, incluido el posible descubrimiento de vida en otros mundos.

En un eclipse solar, la Luna pasa entre la Tierra y el Sol, proyectando su sombra sobre la Tierra. La sorprendente coincidencia es que la Luna, unas 400 veces más pequeña que el Sol, también está unas 400 veces más cerca de nosotros que el Sol, por lo que parecen del mismo tamaño desde la superficie de la Tierra.

Cuando el sol, la luna y la Tierra se alinean, la sombra proyectada por la luna sigue un camino estrecho que se mueve a través del globo a medida que la Tierra gira y la luna y la Tierra continúan sus danzas orbitales alrededor del sol.

Emoción palpable

La mayor parte de América del Norte tendrá un eclipse parcial el 8 de abril. La totalidad ocurrirá a lo largo de la trayectoria diagonal de sombra total durante unos preciosos minutos.

El entusiasmo en torno al eclipse es palpable, proveniente de niños y adultos, de lugareños y visitantes. Los municipios están preocupados: las Cataratas del Niágara pronostican la visita de hasta un millón de personas y Kingston pronostica hasta 500,000.

Esto se debe en parte a la rareza de un eclipse solar total: ocurren con aproximadamente 375 años de diferencia en un lugar determinado en promedio, y el siguiente en cualquier lugar de Canadá no ocurre hasta dentro de 20 años.

Pero el revuelo también surge de lo hermoso que puede ser un eclipse total. Un eclipse parcial es interesante. Todo el mundo debería utilizar un filtro solar o una cámara estenopeica para observar con seguridad cómo la luna cubre gradualmente el disco solar.

Pero a lo largo del estrecho camino donde la alineación Sol-Luna-Tierra es perfecta, veremos unos breves minutos de oscuridad durante el día, podremos ver la tenue corona del Sol y veremos un amanecer en todas direcciones.

Experimentar un eclipse total permite a todos ser a la vez un astrónomo, que piensa en nuestro lugar en el sistema solar, la Vía Láctea y el universo, y un esteta que se maravilla ante la belleza del cielo.

Aportes astrológicos

Durante milenios, muchas sociedades consideraron los eclipses como presagios peligrosos, un temor razonable dado lo extraño que es ver oscuridad durante el día. Las predicciones sobre cuándo ocurrirían los próximos eclipses se volvieron importantes para los líderes. Los babilonios pensaban que el eclipse podría predecir la muerte del rey, mientras que los mayas creían que espíritus diabólicos saldrían a atacar a la gente.

Los científicos de hoy pueden burlarse de la astrología, pero fue esta potencial fatalidad astrológica la que llevó a las civilizaciones antiguas a crear modelos cada vez más precisos de cómo se movían el Sol, la Luna y los planetas.

A medida que las mediciones se volvieron más precisas, el antiguo modelo de sistema solar centrado en la Tierra fue reemplazado por la representación del Sol en el foco de órbitas elípticas de Johannes Kepler, lo que condujo a la teoría de la gravedad de Isaac Newton.

Las mediciones cuidadosas (originalmente destinadas a la astrología y en parte debido a la preocupación por los eclipses) contribuyeron a nuestra comprensión del universo y de cómo funciona.

Espectáculos históricos

En 1842, con un eclipse total en Europa, la narrativa cambió y los eclipses solares se convirtieron en atracciones turísticas. Astrónomos como los británicos Francis Baily y George Biddell Airy viajaron para ver el eclipse.

Pero fueron las vívidas descripciones de escritores como el austriaco Adalbert Stifter las que captaron la atención del mundo: "Nunca, jamás en toda mi vida me sentí tan conmovido, tan conmovido por el terror y la sublimidad, como en estos dos minutos; no fue otra cosa más que como si de repente Dios había pronunciado unas palabras y yo las había comprendido."

El interés por los eclipses aumentó tanto para el público como para los astrónomos profesionales. Fue estudiando la luz de la tenue corona del Sol, sólo visible durante los eclipses, que se descubrió el elemento helio.

Fue al observar la curvatura de la luz procedente de estrellas distantes que se confirmó la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, lo que le llevó a la fama mundial.

Una pasión compartida

La pasión global por presenciar y experimentar el eclipse es algo que los educadores científicos no pueden ignorar. En todo el continente, astrónomos y profesores están educando a la gente sobre cómo observar de forma segura utilizando cámaras estenopeicas o gafas para eclipses.

Los educadores científicos explican a una audiencia fascinada cómo el Sol, la Luna y laTierra deben alinearse perfectamente para que ocurra un eclipse total. Todos esperamos que haga buen tiempo para poder ver la corona y explicar el porque de alguna manera es más caliente que la superficie del sol.

Hoy en día, los eclipses no necesariamente se estudian para realizar nuevos descubrimientos. Sin embargo, los astrónomos utilizan un oscurecimiento similar de estrellas distantes como evidencia de que un exoplaneta debe haber pasado frente a ellas. Hemos descubierto miles de mundos, lo que confirma que los exoplanetas son comunes. Ahora podemos medir el ligero cambio en el color de la luz durante un tránsito similar a un eclipse extrasolar para detectar agua y signos de vida en la atmósfera de un exoplaneta.

Así que el revuelo por el eclipse solar total del 8 de abril vale la pena. Para nosotros, no es sólo belleza sublime. Es la oportunidad de conectarnos con grandes multitudes tan entusiasmadas como nosotros. Es la oportunidad de vincular lo que estamos viendo con la inmensidad del espacio, los milenios de historia y la promesa de comprender nuestro universo en forma más amplia, todo en tres minutos a la sombra de la luna.

Conozca más:

Artículo original
https://www.nrel.gov/news/features/2024/solution-to-energy-storage-may-be-beneath-your-feet.html